¿Eres educado con todos tus clientes?
¿Tienes fama de serlo?
Cuando hablen entre ellos, crees que dirán de ti: “¡Ah!, Fulano, es un Vendedor muy atento.”
¿Les das pie por la cortesía con que les tratas a que hablen así de ti?
¿A que hablen así todos, no solamente los que te interesan?
Porque, fíjate, aún hay Vendedores que no saben saludar, que no saben dar la mano al cliente como se le debe dar, que no saben mantener una conversación educada con él.
Hay una plaga de Vendedores especializados en realizar ante los clientes afirmaciones rotundas, expresadas en voz muy alta y con mucha tosquedad. Pero que aún no son capaces de plantear preguntas sutiles, de insinuar puntos de vista originales y sorprendentes, de demostrar finura en el lenguaje verbal y con el lenguaje corporal. Y, sobre todo, que no son capaces de callarse y escuchar sin prisa.
¿Crees que se puede vender así?
¿Para qué te voy a hablar de modelos de cierre de la venta si no sabes sonreír con aprecio a tu cliente?
Si el trato contigo no les resulta agradable, aunque te compren ahora, lo probable es que no te compren mañana.
Si el trato contigo les resulta agradable, aunque no te compren ahora, te comprarán mañana.
¿Por dónde empezar para mejorar en esto?
Pregunta a tus amigos y familiares, es decir, a las personas que mejor te conocen, si te perciben como una persona educada y atenta o si no es así.
Empieza a serlo para ellas y no te costará después ningún esfuerzo serlo con todos tus clientes.
Ángel Moraleda